Lo principal es tener un medidor. Nosotros recomendamos de dos clases. Uno más grande para los líquidos (leche, zumo, etc.) y otro para pequeñas cantidades. Nosotros en concreto tenemos uno de IKEA que además es baratísimo (somos fans absolutos de IKEA por lo barato y lo cerca que lo tenemos de casa).
Un peso también es buena idea tenerlo a mano para pesar la harina o lo que necesitemos. Este de Carrefour nos parece ideal por su aire Vintage.
Y como no, unos cuencos para hacer nuestras mezclas maravillosas.
Otro elemento fundamental es el molde para los muffins. Los hay individuales y en bandeja. Nosotros usamos los individuales y de silicona, que son en concreto de A loja do gato preto y nos costaron 2,99 €. Los que son de tipo en bandeja pues como no, de IKEA también. A mi particularmente, no me gustan mucho estos últimos porque quedan muy en forma de tubo y me gusta que el muffin o la magdalena tenga ese aspecto redondeadito tan característico.
En cuanto a espátulas o cucharones, podemos utilizar lo que tengamos en casa y tampoco hacen falta varillas. Con un tenedor se hace lo mismo aunque tardemos un poco más.
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